Bronnie Ware es una enfermera australiana de cuidados paliativos que pasó años al cuidado de los moribundos en los últimos tres meses de sus vidas. Según ella, cuando les preguntaba acerca de cualquier pesar que tenían o cualquier cosa que habrían hecho de manera diferente, había unos temas que aparecían una y otra vez.
Acabó por reunir los cinco pesares más habituales de la gente momentos antes de exhalar su último aliento y los publicó en internet. Se hizo viral, y la historia fue recogida por The Guardian y The Daily Mail, entre otros medios.
Y, ¿Cuáles fueron los principales remordimientos que escuchó de los pacientes, uno tras otro? ¿Qué no habían ganado suficiente dinero? ¿Qué no habían trabajado las suficientes horas? ¿Qué no habían disfrutado de suficientes vacaciones? ¿Qué no habían tenido suficientes casas?
No. A estas alturas ya lo sabes. Los cinco mayores pesares de los moribundos son los siguientes:
- Ojalá hubiese tenido el valor de vivir la vida fiel a mí mismo, no la vida que los demás esperaban de mí.
- Ojalá no hubiese trabajado tan duro.
- Ojalá hubiese tenido el valor de expresar mis sentimientos.
- Ojalá hubiese mantenido el contacto con mis amigos.
- Ojalá me hubiese permitido ser más feliz.
Cada vez que leo esta lista me quedo inmóvil y en silencio durante un minuto. Pienso en cuántos de estos pesares tendría si muriera hoy.
Siempre hay un par en los que puedo trabajar, y esta lista me sirve como fuente de inspiración. Pero algo que también percibo en toda esta lista es la autenticidad. Son mensajes muy directos. Todos tienen que ver con ser uno mismo.
¿Qué pasa si eres tú mismo y te sientes bien con ellos? Pues bien, te diría que si estás siendo tú mismo, eso significa que:
- Estás viviendo la vida fiel a ti mismo.
- Das mucho valor a tu tiempo y a tener un trabajo que encaje a tu vida.
- Expresas tus sentimientos.
- Mantienes el contacto con tus amigos.
- Te permites ser más feliz.
Ser tú mismo elimina los pesares de tu vida.
La autenticidad elimina los pesares de la vida.
BIBLIOGRAFIA:
Libro: La ecuación de la felicidad
Autor: Neil Pasricha
Páginas: 257-258
